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Nació en : Calanda (Teruel) (1900)
Falleció en : Ciudad de México (México) (1983)
Ocupación :Productor, Director, Guionista, Montador,
Intérprete.
Biografía:
Pasa su infancia en Zaragoza donde estudió con los
jesuitas. Viene a Madrid a estudiar Filosofía y Letras y
vive en la famosa Residencia de Estudiantes, donde
conoce a García Lorca, Gómez de la Serna y sobre
todo a Salvador Dalí, con los que participa en todos
los movimientos de vanguardia de los años veinte. Se
inicia como crítico cinematográfico en la revista
«Gaceta literaria» hasta que en 1925 se marcha a
París y comienza a trabajar como ayudante de
dirección de Jean Epstein. Allí se interesa, junto con
Salvador Dalí, por el movimiento surrealista del que
se convierte en uno de sus más ardientes
defensores. Con el dinero que le deja su madre,
rueda «Un perro andaluz» en 1927, uno de los
primeros intentos de plasmar en el celuloide las
imágenes de los sueños. El film, realizado
conjuntamente con Dalí, consigue llamar la atención
de todos y le permite rodar, dos años después y ya en
solitario, «La edad de oro», en el que plasma buena
parte de los que serán sus constantes temáticas y
estilísticas.
De vuelta a España dirige en 1932 un documental
«Las Hurdes», un magnífico y estremecedor
mediometraje que refleja la difícil vida en dicha
comarca extremeña, una de las más pobres del país
en aquellos años. A pesar de ser ya un director
reconocido, se retira de la dirección, a la que no vuelve
hasta 1947. Durante estos años supervisa los
doblajes de las películas de la Paramount en Francia,
y después hace lo mismo en España con los films de
la Warner. Posteriormente se coloca a la cabeza de la
empresa «Filmófono», creada con el fin de producir
películas de gran presupuesto y clara vocación
popular no reñida con la calidad. Al comenzar la
Guerra Civil trabaja en el montaje del documental
propagandístico «España leal en armas», dirigido por
Roman Karmen. En 1939, viaja a Hollywood como
asesor de dos producciones a favor de la República
que no llegan a rodarse. Allí le llegará la noticia del
final de la guerra española. Solo en Nueva York, y en
condición de exiliado, Iris Barry le consigue un empleo
en el Museo de Arte Moderno de dicha ciudad, donde
el cineasta aragonés se encargará de supervisar las
versiones en castellano destinadas a América Latina.
De este trabajo es expulsado por sus ideas políticas,
lo que se repite en los sucesivos empleos que
consigue en la ciudad.
Viaja a México a rodar una versión de «La Casa de
Bernarda Alba», que nunca llega a hacerse pero el
encuentro con la cultura del país es decisivo ya que
decide instalarse allí y adoptar la nacionalidad
mexicana. Es allí donde vuelve a retomar su carrera
como director, rodando una serie de películas sobre
temas populares que culminan en 1950 con «Los
olvidados». Durante veinte años filmará en el país
veintiún largometrajes, algunos tan destacados como
«Nazarín» (1958), «El angel exterminador» , (1962), o
«Simón del desierto» (1965). En 1961 regresa
fugazmente a España para rodar «Viridiana», que le
consagra internacionalmente al ganar la Palma de Oro
de Cannes, pero que no se puede exhibir en España,
donde permanece prohibida durante dieciséis años.
Sólo volverá a trabajar en España una vez más, en
1972, al rodar en Toledo «Tristana», excelente
adaptación de la novela de Pérez Galdós, que
protagonizan la actriz francesa Catherine Deneuve y
Fernando Rey.
La última etapa de su carrera se desarrolla de nuevo
en Francia y abarca desde 1964 hasta 1977. Se inicia
con «El diario de una camarera», adaptación de una
novela de Octave Mirbeau que ya había sido llevada
antes al cine por Jean Renoir. Esta película inicia una
fructífera relación con el guionista Jean-Claude
Carrière y el productor Serge Silberman, colaboradores
habituales de sus últimas películas. Durante estos
años rueda películas tan importantes como «Belle de
jour» («Bella de día»), uno de los mayores éxitos de
taquilla del genial director aragonés, así como «La
Charme Discret de la Bougueosie» («El discreto
encanto de la burguesía») con la que obtuvo en 1972
el Oscar a la Mejor Película Extranjera. En 1977 dirige
su última película, «Ese oscuro objeto del deseo»,
adaptación de la novela de Pierre Louÿ, «La femme et
le pantin», un proyecto que quiso filmar veinte años
antes, y que supuso el testamento artístico de este
director, uno de los máximos exponentes del
surrealismo, y uno de los más grandes directores de
la historia del cine.
Cita:
«Filmar es un accidente, un accidente necesario, para
que lo vean los demás. Pero lo que me importa es el
guión, las situaciones, la historia, los diálogos… La
palabra cámara no aparece en ningún guión mío.
Nunca tengo idea del decorado ni de lo que voy a
hacer. No preparo. No sé lo que voy a hacer en el
plano siguiente. ‘Veo’ la película antes de filmarla, y
eso que llego al ‘set’ sin una idea fija o totalmente
determinada. Y menos hago filmar una escena
completa desde diferentes distancias. No, digo ‘hasta
aquí, y corte’. No numero nunca mis guiones, sino al
final en el ‘set’, para la producción. Luego me doy
cuenta, a veces, de que estaría mejor haber filmado
otro plano, pero ¡qué le vamos a hacer! No tiene
demasiada importancia. Ensayar, sí, ensayo mucho.
Con los actores buenos no hay problemas, basta con
explicarles lo que quiero. Con los malos es peor,
porque no solo tengo que explicarles, sino mimar las
escenas, y yo soy un actor muy malo». (Luis Buñuel en
«Conversaciones con Buñuel». Max Aub. Ed. Aguilar,
1984).
«Siempre intento estar libre de afectaciones
vanguardistas. Por otro lado, aunque estuve
observando la situación de los barrios bajos durante
dieciocho meses antes de rodar ‘Los olvidados’,
dudaría en calificarla de film documental, puesto que
en él he reflejado mis propias ideas. Poner etiquetas
no tiene mucho sentido. en esencia hacemos
películas de la manera que nos agrada y algunas
pueden resultar buenas. Otras, no (…) Siempre ha
habido dos clases de cine: el ‘comercial’ y el ‘artístico’.
Siempre hay hombres que tratan de expresar su
mundo interior, de comunicárselo a los demás
mediante el cine, que es, sobre todo, un instrumento
maravilloso para la creación artística. Al mismo
tiempo, se hacen los films para agradar a las masas
culturalmente inferiores por razones sociales o
económicas. Estos films pueden ser superficiales,
estereotipados, fáciles de entender, reverentes ante la
moral y la política de los diversos gobiernos. A veces,
muy raramente, un film creador es también comercial;
pero en tal caso la cualidad de comercial es el
predicado, mientras que el sujeto es el arte». (Luis
Buñuel en «Film Culture», 1962).
«Entre los pliegues y repliegues de su biografía,
personalidad y obra se encontrarán, mezclados en un
aparente caos, estímulos procedentes de una cultura
vastísima junto a meros chistes privados o
meditaciones de una profundidad que taladran altas
cuestiones metafísicas junto a gags que no pretenden
la más mínima transcendencia. Y todo perfectamente
organizado de cara a su consumo interno y a la propia
economía moral: la autocoherencia y la autofidelidad
de Buñuel eran aplastantes y el desorden y
desconcierto que a veces presenta la faz más
superficial de su cine procede no del desacuerdo del
cineasta para consigo mismo, sino de la pureza
diamantina de su compromiso con la realidad frente
al distorsionante peso de los convencionalismos a
través de los cuales suele ser representada en las
‘obras de arte'». (Agustín Sánchez Vidal en «Vida y
opiniones de Luis Buñuel». Ed. Instituto de Estudios
Turolenses, 1985).
«Creo que la única opinión válida que puedo dar es la
humana, puesto que, como cineasta, se ha hablado
de él en todos los sentidos (…) Una de sus
cualidades más extraordinarias es su excepcional
sentido del humor -no de la broma-, que demuestra
su grado de madurez y calidad humana, su gran
sensibilidad. Es curioso que un país como el nuestro ,
carente de una auténtica tradición cinematográfica,
cuente con un verdadero «monstruo» cinematográfico
como es Buñuel». (Pere Portabella en «Fotogramas»
Nº1016, 1968).
«Sus mayores virtudes no consisten en mostrar
insectos, cortar ojos ni quemar maniquíes, sino en
saber criticar con agudeza y solapadamente, planificar
de forma tan elegante que se hace invisible, narrar
con claridad a través de estructuras tan complejas
como la de ‘Ensayo de un crimen’, tener una
imaginación original y desbordante, ser fiel a sí
mismo, valiente y honrado profesionalmente, saber
provocar y tener un enorme y socarrón sentido del
humor (…) Tampoco estaría de más desterrar para
siempre el mito de que Buñuel tiene mucho talento
pero es muy mal técnico, muy descuidado y que no
sabe dirigir los actores. Basta con ver sus más
modestos y pobretones folletines mexicanos, como la
deliciosa ‘Susana’, para apreciar un dominio técnico
inigualable en España, y una planificación tan clara y
precisa como la de los grandes narradores del cine
clásico americano. Los movimientos de cámara de
‘Viridiana’ son comparables por su sutileza a los de
Preminger, y en cuanto al uso del decorado basta ver
‘Ensayo’ para comprender que le saca tanto partido
como es posible. En lo referente a la dirección de
actores (…) hay que decir que los aprovecha al
máximo, tanto en el aspecto grotesco (los
melodramas mexicanos) como en el serio (‘Viridiana’
tiene las mejores actuaciones del cine español)»
(Miguel Marías en «Nuestro Cine» nº 77-78, 1968).
Premios:
Palma de Oro, Mejor Película, VIRIDIANA, (Festival de
Cine de Cannes, 1961);
Mejor Película, TRISTANA, (Círculo de Escritores
Cinematográficos, 1970);
Mejor Director, TRISTANA, (Círculo de Escritores
Cinematográficos, 1970);
Gran Premio, Mejor Película, TRISTANA, (Sindicato
Nacional del Espectáculo, 1970);
Bibliografía:
Carlos Barbáchano, «BUÑUEL» (Salvat, 1986); Tomás –
Colina, José de la Pérez Torrent, «BUÑUEL POR
BUÑUEL» (Plot, 1993); Fernando Cesarman, «EL OJO
DE BUÑUEL» (Anagrama, 1976); Freddy Buache,
«LUIS BUÑUEL» (Labor, 1976); Agustín Sánchez Vidal,
«LUIS BUÑUEL (SANCHEZ VIDAL)» (Cátedra, 1991);
Juan Francisco Aranda, «LUIS BUÑUEL, BIOGRAFIA
CRITICA » (Lumen, 1970); Agustín Sánchez Vidal,
«LUIS BUÑUEL. OBRA CINEMATOGRAFICA» (JC,
1985); Luis Buñuel, «MI ÚLTIMO SUSPIRO» (Plaza y
Janés, 1982);
Filmografía:
1977 ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO, Director.
Guionista.
1974 EL FANTASMA DE LA LIBERTAD, Director.
1972 EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESIA, Director.
1970 TRISTANA, Director.Guionista.
1969 LA VOIE LACTEE (LA VIA LACTEA), Director.
1966 BELLA DE DIA, Director.
1965 SIMON DEL DESIERTO, Director.
1964 LLANTO POR UN BANDIDO, Intérprete.
1962 EL ANGEL EXTERMINADOR, Director.
1961 VIRIDIANA, Director.Guionista.
1960 THE YOUNG (LA JOVEN), Director.
1959 LOS AMBICIOSOS, Director.
1958 NAZARIN, Director.
1955 ENSAYO DE UN CRIMEN, Director.
1953 ABISMOS DE PASION, Director.
1953 EL RIO Y LA MUERTE, Director.
1953 LA ILUSION VIAJA EN TRANVIA, Director.
1952 EL, Director.
1952 EL BRUTO, Director.
1952 ROBINSON CRUSOE, Director.
1951 LA HIJA DEL ENGAÑO/DON QUINTIN EL AMARGAO, Director.
1951 SUBIDA AL CIELO, Director.
1951 UNA MUJER SIN AMOR, Director.
1950 LOS OLVIDADOS, Director.
1950 SUSANA, DEMONIO Y CARNE, Director.
1949 EL GRAN CALAVERA, Director.
1946 GRAN CASINO, Director.
1936 ¡CENTINELA ALERTA!, Productor.Director.
1935 DON QUINTIN EL AMARGAO (MARQUINA), Productor.
1935 LA HIJA DE JUAN SIMON, Productor.Intérprete.
1932 LAS HURDES, Director.Guionista.Montador.
1930 L´AGE D´OR (LA EDAD DE ORO), Director.
1929 UN PERRO ANDALUZ, Director.
Luis Buñuel
Director